Nuestra historia
Somos Grupo Azabache
Grupo de empresas eminentemente familiar fundada en 1957 por los hermanos Manuel y Dolores Rodríguez Fernández. Desde sus comienzos adquiere el carácter de seriedad y constancia que le imprime su fundador.
Azabache nace en Sevilla dentro de la más estricta tradición andaluza: sus primeros pasos se dan dentro del sector textil, concretamente dentro de los trajes regionales de Andalucía.
Después de mucho trabajo y esfuerzo familiar, la marca se ha convertido en firma referente y modelo a seguir.
Su progresiva implantación en toda la comunidad andaluza, a través de tiendas propias y franquicias, le ha garantizado su presencia y liderazgo a lo largo y ancho del territorio. En los años 90, Azabache ayuda a que los productos andaluces se internacionalicen, haciendo que una gran parte de su producción pase a ser exportada a la mayoría de los países europeos (especialmente Francia y Alemania, consiguiendo, además, unos niveles espectaculares de aceptación en el difícil y lejano mercado japonés).
Con el dinamismo que le caracteriza desde el principio (mientras se consolida en el sector textil), empieza a diversificar su proyecto empresarial. Adquiere una compañía de servicios integrales de mantenimiento y se adentra en el negocio de la hostelería, adquiriendo un hotel en La Playa de Matalascañas (Huelva).
En el año 1977 funda los establecimientos «La Champanería». Debido a su rotundo éxito, la cadena se expandió por Andalucía Occidental y Málaga, brindando al grupo la posibilidad de embotellar un cava con su propio nombre familiar: «Brioude».
También es importante señalar el éxito alcanzado por la empresa en la exposición universal de Sevilla 92 con un establecimiento de la cadena propia «la Champanería». Según los organizadores, fue la concesión más esmerada de la exposición y la explotación del negocio de comidas rápidas «Bokata» obtuvo el mayor porcentaje de ventas por metro cuadrado en el recinto de la Cartuja.
En la década de los 90 entra en el grupo la segunda generación familiar, generación educada y formada en colegios, universidades y prestigiosas escuelas de negocios nacionales e internacionales.
Los nuevos proyectos empresariales se dirigirán, entre otros ámbitos, hacia el ambicioso mundo de las promociones inmobiliarias y, por otro lado, la vuelta al mundo sanitario – con la adquisición y gestión de una clínica de diferentes especialidades sanitarias en Sevilla.
La segunda generación comienza la promoción inmobiliaria en Sevilla, Málaga y en La estación de Esquí de Sierra Nevada de Granada. Se vislumbra, nuevamente, el carácter y el estilo diferente de proyecto empresarial, fruto de la herencia adquirida y basado en la búsqueda de la calidad y la satisfacción del trabajo bien hecho.
Dentro del competitivo sector inmobiliario y seleccionando en primer lugar al turismo residencial como público objetivo, se realizan nuevas inversiones en las zonas turísticas de mayor relieve de la comunidad andaluza: Málaga, Cádiz, Huelva, Granada y Sevilla serán las provincias donde la sociedad despliegue el grueso de su actividad.
En 1998 (debido, entre otros motivos, a la fuerte afición familiar al sector ganadero) se crea la Yeguada Cerro Alto en la preciosa localidad malagueña de Coín. En la actualidad, siguiendo criterios de máxima pureza y con una rigurosa selección, se están obteniendo animales de pura raza española, bellos y funcionales.
Debido al crecimiento del sector inmobiliario, el grupo sigue creciendo vertiginosamente. A la vez, diversifica su producto con nuevos e innovadores proyectos inmobiliarios dirigidos a la realización de parques comerciales, centros de negocios y congresos, oficinas, hoteles y establecimientos deportivos y de ocio.
De esta forma, el grupo se vuelve a lanzar, una vez más, a la conquista del mercado internacional. Se empieza por dos grandes proyectos:
- El primero de ellos en Polonia, marcando una maniobra sin precedentes en el sector inmobiliario sevillano y abanderando las inversiones andaluzas en Europa del Este.
- Posteriormente se continua con un espectacular proyecto residencial, comercial y hotelero en nuestro país vecino Portugal.
El éxito empresarial es un grado que pocos consiguen a corto plazo y que responde a la experiencia y bagaje acumulados a lo largo de los años. Esto obliga a mantener siempre una actitud emprendedora en cada una de las iniciativas acometidas.
Este es el carácter defendido por el Grupo Azabache, sociedad que durante estos 50 años de historia ha demostrado un modo de entender la empresa apoyado en los principios de consolidación y eficacia, imprimiendo un estilo propio y personal en cada una de las actividades que representa.
El Grupo Azabache dispone de los recursos necesarios para acometer con eficacia sus proyectos empresariales, manteniendo en todas sus actuaciones un elevado nivel de exigencia y calidad. Su ritmo de crecimiento exponencial y la diversificación nacional e internacional tanto de sus productos como destinatarios garantiza su continuidad.
Esta progresión adquiere un carácter más sólido, si cabe, a través de numerosos acuerdos y compromisos adquiridos con otras compañías de igual solvencia en diferentes sectores.
El carácter emprendedor de la sociedad ha facilitado la práctica de una política de diversificación estructurada en áreas de negocio tan representativas como la hostelería, sanitaria, mercados financieros, energías renovables, ganadería, textil e inmobiliaria con el que Azabache ha conseguido su mayor cuota de negocio.
